dormitorio de niños

Formas de diseñar un dormitorio para tu hijo

¿Preparándote para decorar (¡o redecorar!) un dormitorio para tu hijo mayor?

Es posible que desees olvidarte de los colores primarios brillantes y la ropa de cama con dibujos de personajes si esperas obtener un resultado diferente; ocupa pintura neón para obtener un resultado diferente y brindar una sensación de modernidad y diversión.

La habitación de un niño debe ser un refugio, un espacio en el que les encanta pasar el tiempo, donde se sientan seguros mientras se quedan dormidos y reconfortados por lo que ven cuando se despiertan por la mañana.

Los elementos son cruciales para su salud mental y física, especialmente ahora que vivimos en un mundo complicado y acelerado lleno de sobreestimulación incomparable. Un dormitorio saludable es donde la mente, el cuerpo y el alma se recalibran.

¿No estás seguro por dónde empezar? Consulta estos consejos sobre cómo diseñar un espacio relajante.

dormitorio de tu hijo

1. Piensa en la iluminación del cuarto de tu hijo

La iluminación es el primer y más importante elemento que discutimos en cada proyecto.

Para la recámara de tu hijo, elige focos de espectro completo, disponibles en todo tipo de configuraciones, no tubos fluorescentes ni bombillas en espira.

La mala iluminación, demasiado cálida o amarilla y demasiado fría o azul blanca, causa ansiedad y depresión.

Si bien deseas dejar entrar la luz natural del sol durante el día para fomentar un estado de ánimo feliz, la iluminación en otros momentos debe ser tenue para fomentar la tranquilidad y el descanso.

Para hacer la transición del día a la noche, considera agregar reguladores de intensidad y accesorios con tres niveles de intensidad a la iluminación del techo, así como a las lámparas de mesa y de piso; elige los tratamientos de ventana correctos.

2. Considera la acústica en la recámara de tu hijo

Si bien es necesario un buen aislamiento dentro de la habitación de tu hijo para amortiguar los sonidos del exterior, los materiales de decoración que usas dentro de la habitación de tu hijo también son un factor.

Para evitar que el sonido rebote por toda la habitación, sugerimos tener pisos de madera natural con tapetes o alfombras, en lugar de baldosas y superficies laminadas.

Las persianas de madera y las cortinas suaves son preferibles a las persianas de metal o plástico.

3. Adopta la psicología del color

Hay una razón por la que las guarderías se han diseñado durante mucho tiempo en rosa pálido, celeste o amarillo suave: son tonos relajantes y funcionarían bien para tu hijo.

Entonces, si bien es posible que desees oponerte a las tendencias, ten presente que los rojos brillantes y otros colores llamativos son demasiado estimulantes para ser buenas opciones para una habitación infantil tranquila.

Una mejor opción es crear una base de neutros suaves como grises y taupes mezclados con colores pastel; prueba con verde lavanda y apio si deseas evitar el rosa y el azul estándar.

También evita las paletas de alto contraste y los patrones ocupados en las paredes o corre el riesgo de hacer que tu hijo se sienta lleno de energía en lugar de relajado.

4. Trae el exterior hacia adentro

Usar y diseñar alrededor de elementos naturales envía un mensaje subliminal al cerebro para que se sienta tranquilo.

Los colores, imágenes, sonidos, aromas y texturas que se encuentran en la naturaleza presentan el equilibrio más perfecto y son la mayor fuente de inspiración para todos.

Una forma de llevar la naturaleza al interior es incorporar imágenes del aire libre en el dormitorio de tu hijo.

Las fotos ayudan a los niños a aprender a observar los detalles a su alrededor y a apreciar todo lo que la naturaleza hace por nosotros como un todo.

Las fotos también pueden servir como vistas hermosas cuando las ventanas con vistas hermosas no están disponibles.

5. Hazlo acogedor

A los niños les encanta acurrucarse, así que llena la habitación de tu hijo con elementos que pueda usar para calmarse, como un animal de peluche grande o una almohada corporal para descansar, o una manta suave con suficiente peso para sentirse como un abrazo.

La ropa de cama, las almohadas y las alfombras deben ser suaves al tacto, por supuesto, así que “prueba” todos los materiales antes de llevarlos a la habitación.

Esperamos que estos tips puedan servirte y sean de gran ayuda en tu próxima decoración; recuerda, no necesitas ser un experto para ser un gran artista.

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