Cuando sea el momento de pintar la habitación de tu hijo, debes tomar en cuenta cómo los colores afectan el estado de ánimo. Quizás aceptes pintar la habitación con el color favorito de tu hijo.
Si bien la opinión de tu hijo es importante (después de todo, será él quien pase tiempo en la habitación), no pases por alto la importancia de la psicología del color.
El color de la pintura en la habitación de tu hijo puede afectar su estado de ánimo y, a veces, de manera dramática. Los niños pueden ser muy sensibles al impacto de ciertos colores.
Así que pinta sabiamente la habitación y, si son fanáticos de los videojuegos, usa pintura neón para darle unos acabados increíbles a las paredes y el resultado sea realmente sensacional, el cual transmita felicidad y optimismo.
Sigue leyendo para aprender lo que necesitas saber sobre la psicología de los colores de pintura para niños.
El color rojo y el estado de ánimo
Existen colores que te llenan de vida, como el rojo el cual es energizante y emocionante. De hecho, puede aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, y estimula el apetito.
Si bien el rojo es estimulante, también puede producir mayores sentimientos de ira y hostilidad.
Los niños y la energía a menudo van de la mano, así que ten cuidado con agregar un elemento a un dormitorio que aumente la energía (y puede aumentar la ira).
Por lo general, el rojo es ideal para una pared decorativa. Mucho más que eso podría hacer que las cosas sean demasiado intensas para tu hijo.
El rosa y el estado de ánimo
Existen colores que transmiten confianza. El rosa calma las emociones e incluso puede ayudar a aumentar la empatía y los sentimientos de crianza.
Debido a que es tan relajante, es un gran color tanto para niños como para niñas, pero demasiado de algo bueno puede terminar por hartar.
Cuando se exponen a una gran cantidad de rosa, los niños tienden a cansarse del color. Los pequeños acentos suelen ser la mejor opción, ¡tenlo muy presente!
Naranja
Hay colores que son alegres y amigables. Los niños tienden a jugar de manera más cooperativa en las habitaciones naranjas y el color incluso inspira confianza.
Pero al igual que el rojo, demasiado naranja puede resultar abrumador. El naranja es ideal para los colores de acento en el dormitorio de un niño.
Amarillo
Se ha demostrado que el amarillo aumenta la memoria y la concentración, lo cual es especialmente bueno si tu hijo hace la tarea en su dormitorio.
El amarillo también se asocia con la felicidad y la alegría. Sin embargo, ten en cuenta que puede dificultar la conciliación de un niño que tiene dificultades para dormir.
El verde y los colores que ayudan al estado de ánimo
El verde nos hace pensar en la naturaleza y, a menudo, tiene un efecto calmante y relajante en los niños (¡y en los adultos!).
Esto puede ser especialmente útil para los niños que luchan contra la ansiedad.
Mientras que los colores rojo y naranja deben usarse con moderación, el verde es seguro para usar en la habitación.
Esperamos que esta información haya sido de tu agrado; si conoces a alguien que tiene hijos y piensa mejorar su habitación, no dudes en compartirles este blog.
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